Danny levantó la cabeza de golpe. Harry lo decía
en serio. Completamente en serio. Observó a su primo durante un instante. Harry
no sugería nada que Danny no hubiera pensado y ansiado hacer más de lo que su
limitado vocabulario de cavernícola fuera capaz de expresar en ese momento.
-Por favor... ¡Oh, por favor! -suplicó Alex
interrumpiendo sus pensamientos, con voz estrangulada-. Te necesito.
Soltando el aliento, Danny no hizo más que mirarla
fijamente mientras le imploraba. La cabeza le daba vueltas. Quería darle lo que
necesitaba. Todo lo que necesitara. Dios lo sabía, pero...
-Ahora -le instó Harry -, o lo haré yo.
Danny se agarró con desesperación a la silla.
-Harry...
-Fóllala -insistió-, o lo haré yo.
«Oh, maldición». Sintió un estremecimiento.
Inspirando profundamente, Danny volvió a mirar a Alex.
No podía ignorar los implorantes y sinuosos movimientos de la mujer que
ruborizada de pies a cabeza lo observaba con una mirada ardiente y entornada.
-No es eso lo que ella quiere.
-¿Y qué crees que quiere en este estado? Necesita
correrse. Me he asegurado de ello.
-Debería de tener la mente despejada para acceder
a esto. Tal y como está ahora...
-Alex dijo que sí antes de que entráramos en la
cocina. Antes de que le pusiera un dedo encima. Quiere que hagamos el amor con
ella. La única pregunta aquí es, ¿cuál de los dos lo hará primero?
Harry acababa de acorralarlo. Santo Dios, ¿por
qué? No cabía duda de que él había tenido muchas veces la fantasía en la que la
follaban juntos. «¡Maldito fuera Harry!». Pero Danny no se hacía ilusiones. Si
no tomaba él a Alex, lo haría Harry.
-¿Quién va a ser? -le presionó su primo.
-Estoy pensando. -¿Pero qué había que pensar? Si Alex
ya había dicho que sí, y si Harry pensaba tirársela si él se negaba, ¿cómo
podía decir que no cuando lo que más quería era ser su primer amante y
reclamarla para sí?
-Tienes treinta segundos.
-No me presiones, cabrón.
-Demasiado tarde.
-¿Por qué me estás haciendo esto? ¿Por qué no
dejas simplemente que las cosas vayan a su ritmo? Deja que la haga correrse con
la boca. Eso la aliviaría.
Harry se burló de él.
-Hoy sí, pero ¿qué pasará mañana? ¿Y pasado
mañana? Es una mujer que se merece disfrutar de una sexualidad plena y feliz.
Ya lo he hablado con ella. Está tomando la pildora y está preparada. Más que
preparada. Está empapando mis dedos. Ambos le importamos. Y los dos la
adoramos.
Danny comenzó a sudar.
-Lo que estás sugiriendo es...permanente.
-Que es exactamente lo que tú deseas. Lo que yo
deseo. No permitas que el miedo que sientes lo estropee todo.
Danny cerró los ojos con fuerza por un momento,
pero eso no impidió que reconociera la verdad.
-Has planeado todo esto, hijo de perra. Me has
estado forzando desde el principio.
-Empezaba a preguntarme si seríamos viejos antes
de que encontraras el valor suficiente para hacer el amor con ella. -Harry miró
el reloj-. Ahora lo sabré. Han terminado tus treinta segundos.
Danny no dijo nada mientras las palabras de Harry
retumbaban en su cabeza. Alex merecía disfrutar de una sexualidad plena y eso
incluía..., bueno... sexo completo. Alex quería eso. No era menor de edad ni
emocionalmente inestable. Y a él le importaba ella más de lo que quería
admitir. Si Alex volvía a desaparecer de su vida, su ausencia lo destrozaría.
Pero ¿Qué podía ofrecerle él además de un pasado traumático un presente
paranoico y un futuro donde la mayor parte de la gente los vería como unos
depravados?
Harry estaba ahora impaciente. Colocó a Alex
encima de la vieja mesa redonda de la cocina y se deshizo de los vaqueros,
arrojándolos al suelo. Se ubicó entre la V que formaban las piernas abiertas de
Alex, la agarró de las caderas y se sujetó el miembro.
-¿Qué demonios estás haciendo? -dijo Danny
empujando a Harry y apartándolo de Alex-. ¿Es su primera vez y pretendes
mantener relaciones sexuales sobre la mesa de la cocina?
Harry se encogió de hombros.
-Bueno, me la llevaré a la cama y la follaré allí.
Danny observó atónito cómo Harry le tendía la mano
a Alex. Ella vaciló y levantó unos inquisitivos ojos muy abiertos en dirección
a él. ¿Quieres ser el primero? Le preguntaba con la mirada. ¿Te importo?
¿Necesitaba Danny estar ya dentro de ella? ¿Quería ser el primer hombre en
hundirse en su cuerpo y tomar una parte de ella que ningún otro hombre tendría
jamás?
«Sí, sí, sí y sí».
-¡Ni lo sueñes! -gruñó Danny.
Luego levantó a Alex de la mesa, y la estrechó
contra su cuerpo. Ella le envolvió automáticamente la cintura con las piernas
mientras la boca masculina se amoldaba a la de ella y la saboreaba
desesperadamente con la lengua. Quiso sumergirse en ella y rodearla con sus
brazos, mientras la sostenía con una mano bajo el trasero desnudo. El dulce
jugo de su sexo goteó sobre su muñeca y la tela de los vaqueros. Era
condenadamente bueno que estuviera tan mojada. Iba a necesitar toda esa
lubricación. Dentro del oscuro dormitorio, Danny apartó la mosquitera y la
depositó en la cama. Era perfecta. Bella y radiante, igual que la propia cama,
delgada y con sugerentes curvas.
-¿Estás segura, gatita? -le preguntó con voz
áspera y ronca.
Alex asintió con la cabeza sin dejar de removerse.
-Sí. Por favor. Ya.
-¿Estás hablando tú o el deseo? Harry te ha
llevado a un punto...
-Deseo esto, te deseo. Ya lo hacía antes de que él
me pusiera la mano encima. Por favor -susurró ella, deslizando su propia mano
entre sus piernas para acariciarse el clítoris y llevándolo a él cerca de la
locura.
Danny sintió que se le aflojaban las rodillas a la
vez que su erección latía con aprobación, pero la agarró de la muñeca y se la
apartó. Quería ser él quien la hiciera llegar al orgasmo. El y su dolorida
polla.
Danny tragó saliva. «Joder». Iba a hacerlo. Iba a
olvidarse de todo lo demás y a hacer el amor con Alex. A poseerla. A ser su
primer amante. A reclamarla. No podría impedirlo, no quería evitarlo.
-Te dije todas aquellas cosas horribles para que
te fueras, pero no sentía lo que dije.
-Lo sé. Te perdono.
La respiración de Danny era jadeante. ¿De verdad
era ella tan maravillosa como para entender que no había querido decir aquellas
cosas? No se la merecía, y esperaba no destrozarle la vida. Pero no podía negarse
más a lo que todos querían. Y no era simplemente su cuerpo lo que necesitaba,
sino la intimidad. Necesitaba sentirse tan unido a ella como sólo podían
estarlo dos personas.
-Gracias. -Miró a Harry, con el corazón latiendo
más rápido que un M60-. ¿Me das un condón?
-No. -Fue Alex la que lo dijo. La palabra resonó
en la habitación.
-Está tomando la píldora -le recordó Harry.
Danny se volvió hacia ella, se la quedó mirando
fijamente y no pudo evitar darle un beso húmedo y devorador en la boca, ni de
rozarle el erecto pezón con el pulgar.
-¿De veras?
Alex se arqueó bajo su caricia.
-Fui a ver a un médico después de dejar a Dougie.
Esperaba que ocurriera esto.
Esa información le hizo hervir la sangre y querer
gritar de alegría. «A salvo». Ella estaba a salvo. ¡Bendita fuera! La
recompensó con una caricia en el otro pecho. Ella le respondió con un gemido.
No sólo podría hundirse profundamente en ella, sino que podría hacerlo sin
protección. «No seas tonto», le gritó una parte de su mente. La píldora no era
totalmente segura.
-Dame un condón -le dijo a Harry -. Es sólo por
seguridad. -Luego le pasó la mano a Alex por el pelo-. No quiero que te pase
nada.
-No quiero que nada se interponga entre nosotros.
Por favor...
«Oh, cielos». Sería algo estúpido, alocado e
impulsivo. Pero algo en el interior de Danny comenzó a hacer erupción, gritando
un «cielos, sí», al pensar en estar dentro de ella sin que nada se interpusiera
entre ellos. Deseaba tener a Alex de una manera en que no había tenido a otra
mujer. La píldora era más efectiva que los condones, y sabía por experiencia,
que los condones no eran infalibles.
Danny no podía apartar la mirada de ella. Ahora
observaba fijamente los puntos y los moretones que tenía. Le recordaban que
podría haberla perdido antes de haberla reclamado siquiera. Eso sí habría sido
una jodida ironía. La necesitaba. Y tenía que poseerla de la manera más
elemental posible.
-Gatita -le dijo con voz ronca-. Te prometo que
estoy sano. Suelo hacerme reconocimientos médicos con regularidad. Siempre he
tomado precauciones. Yo nunca... -tragó saliva-. Estás segura conmigo.
-Lo sé. -Sonriendo, Alex extendió la mano y pasó
la yema de los dedos suavemente por la espalda de Danny. Él se estremeció y
contuvo la respiración-. Entonces, yo también seré la primera para ti.
Como si ella quisiera reclamarlo a él. El deseo de
Danny se acrecentó, invadió su mente y le hizo abandonar cualquier pensamiento
racional. Todo lo que haría esa noche sería puro instinto. Todo corazón.
-Así es. -Se bajó de golpe los vaqueros por las
caderas, y subió lentamente a la cama, tumbándose a su lado.
Inclinándose y zambulléndose en el paraíso que era
la boca de Alex, Danny degustó su sabor único y limpio. El beso fue brusco y
exigente. Sin palabras, ella le dijo que esperaba que se lo diera todo, que no
se reservara nada para él. ¿Cómo, con todo lo que la deseaba, con todo lo que
la quería, podría contenerse? Alex ya había demostrado ser lo suficientemente
fuerte para satisfacer sus necesidades en otras variantes del sexo. Sería
perfecto. Cuando la tomó de la nuca para profundizar el beso, Danny sintió que Harry
subía a la cama y se situaba al otro lado de Alex.
Interrumpió el beso, luego clavó la mirada en Harry.
Abrió la boca y la cerró de golpe. ¿Cómo podía haberse olvidado de su primo?
Él, que no se había acostado solo con una mujer en doce años, a pesar de todo,
se había olvidado. Y ahora tenía que recordarse a sí mismo que no sería el
único amante de Alex, sino que también lo sería Harry.
Esa idea provocó en él una sensación de rechazo
absoluto. Danny apartó a un lado su instinto, intentado imponer un poco de
lógica a su mente cegada por la lujuria. Necesitaba que Harry estuviera allí.
Estaba dispuesto a sumergirse en Alex sin que hubiera entre ellos una barrera
de látex. Oh, Dios... se moría por sentir su carne desnuda rodeándole. Pero no
estaba dispuesto a olvidar todas las precauciones. No podía ser el único
responsable. Por si acaso...
Aquel miedo que albergaba en su interior le
recordaba que tenía que compartirla. Tenía que ignorar aquella parte de sí
mismo que se rebelaba. No podía ser el único con el que ella hiciera el amor.
Apartando esos pensamientos de su mente, observó
cómo Harry rodeaba uno de los rígidos pezones de Alex con la lengua. Él se
dedicó al otro, humedeciéndolo, pellizcándolo con los dientes, satisfecho con
la rápida respuesta de Alex que separó automáticamente los muslos.
Danny deslizó una mano reverentemente por la suave
piel del vientre de Alex y siguió bajando hacia su sexo. Un refugio mojado,
empapado e hinchado. Ella jadeó ante el primer toque. Bajo los dedos de Danny,
el tenso clítoris palpitó. Dios, estaba más que preparada. Era bueno saberlo, Danny
se encontraba en el mismo estado.
Deslizó lentamente un dedo en su interior. Su
canal era muy estrecho. «Oh, Dios...demasiado estrecho». Jadeó. El cuerpo de Alex
se cerró en torno a su dedo, implorando en silencio. Añadiendo un segundo dedo,
los introdujo más profundamente. Menos mal que se había corrido ya dos veces
ese día, o hubiera explotado nada más entrar en ese cálido nido vacío. Pero
cuando introdujera su gran erección en su cuerpo, iba a lastimarla. Danny
odiaba aquello. Hizo un movimiento de tijera con los dedos, intentando
dilatarla para minimizar el dolor.
-Más -le exigió ella.
Sosteniéndole la mirada, clavó los ojos en Alex.
Ella no estaba hablando con Harry, que se dedicaba a lamer y succionar sus
pezones como si fueran un pirulí o como si su boca fuera una aspiradora.
Hablaba con él.
-¿Más adentro? -preguntó Danny roncamente mientras
empujaba los dedos en su interior hasta la empuñadura.
Jadeando mientras movía la cabeza de un lado a
otro, negando y asintiendo a la vez, ella le respondió:
-Más adentro. Mucho más. Quiero estar llena de ti.
Danny casi se mareó ante su jadeante respuesta,
absolutamente honesta.
-Quiero llenarte, gatita. Creo que no he querido
nada más en la vida.
-Estás haciendo lo que tienes que hacer -murmuró Harry,
trazando un sendero de besos por la barbilla de Alex.
Los pezones que había dejado desatendidos estaban
rojos. No había otra manera de describirlos. Hinchados. Bien trabajados. Muy
duros. Estarían muy sensibles por la mañana, pero dado que Alex se arqueaba
hacia Harry e intentaba conducir su cabeza de vuelta hacia ellos, ahora no los
sentía así. Lo único que ella sentía era que estaba lista.
Levantándose de la cama, Danny se puso de pie a su
lado, y acariciándole los muslos y las caderas, la acercó al borde de la cama,
haciendo que le rodeara las caderas con los muslos.
-¿Danny?
Él se inclinó y depositó un suave beso en su
vientre.
-No voy a irme. En esta posición, puedo controlar
mejor el ángulo y la presión. Si te duele demasiado, podré retirarme.
O al menos, esperaba poder hacerlo. Aunque lo que
en realidad quería era arremeter contra ella como el toro embestía un capote
rojo.
Danny inspiró profundamente, reteniendo el aire e
intentando centrarse.
-Un poco de dolor no me hará daño.
-También dejo sitio para que Harry se dedique a
otras partes de tu cuerpo. -Indicó con los dedos las líneas de su torso, y
luego los bajó, deteniéndose para describir unos círculos en el clítoris de Alex-.
Confía en mí. Al final de la noche, te sentirás bien follada.
Alex enlazó las piernas en torno a su cintura,
atrapándolo entre ellas.
-¿Me lo prometes?
Aquellas burlonas palabras lo atravesaron y se
clavaron directamente en su miembro. Danny levantó la mirada al techo,
intentando conservar su autocontrol. También quería que Alex se sintiera bien
amada.
-Sí -graznó-. Oh, sí.
Ella le respondió con una sonrisa radiante que
sólo incrementó el deseo que sentía. El control de Danny se evaporó. Cogiéndose
el rígido pene con la mano, lo guió a la pequeña e hinchada abertura. Ella era
menuda. Y él no era un hombre pequeño. Iba a tener que hacer fuerza para
penetrarla. Aquel pensamiento provocó otra nueva oleada de sudor.
Danny se inclinó hacia adelante un poco e
introdujo el glande en el interior de Alex. «Oh, maldita sea. Era tan caliente
y estrecha». Bajo él, Alex se movió con agitación, arqueándose, forzándolo a
penetrarla un poco más. Agarrándola de las caderas, se introdujo un centímetro
más.
Hasta tropezar con su himen.
-No te detengas -le imploró ella.
Danny no hubiera podido detenerse aunque hubiera
querido. Pero un millón de pensamientos cruzaron por su mente. ¿Y sí... la
lastimaba demasiado? ¿Y si a ella no le gustaba la intensa sensación de
sentirlo en su interior? ¿Y si no estaba tan preparada como pensaba? O peor
todavía, ¿y si volvía a repetirse la misma historia?
-Estás pensando demasiado -murmuró Harry -. La
quieres. Y a menos que me equivoque, la amas. Está protegida y yo estoy aquí.
No podría ser más perfecto de lo que es.
Eso puso fin a todas sus reservas. Harry tenía
razón. Preocuparse por el dolor o la preparación de Alex -incluso por el
futuro- no era más que una excusa. Tras doce años, había llegado el momento de
darse otra oportunidad.
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Parte 4 de 4 :D ¡Y hasta aquí llega el maratón! x]
Entre más comentarios nos dejen y haya más de 15 likes en el capítulo, más rápido actualizamos. Nos gusta que dejen sus comentarios y nos gusta leerlos.
Los queremos ;)
Mrs. L. Poynter & Mrs. Y. Jones
PD: No se les olvide que si quieren que les avisemos cuando subamos capítulos dejen su user de twitter o manden un tweet a @MissLPoynter ♥
Un saludo muy grande a todas y todos los que nos leen :) XX
ResponderEliminar& Amy tu que siempre comentas... ¿tienes twitter?
LBKSVEIVKRVKEVIVRIVRIVFIBKDVKVEIVDIS ¡MALDITAS! ¡SÍ, ESO SON, UNAS MAL-DI-TAS! ¿COMO SE LES OCURRE DEJARLO AHÍ? LAS ODIO PERO SUBAN PRONTO.<3
ResponderEliminarGetwisjghjsjajjdyydbdjdkaujdhxyekwbdyysksnyfyshhsjd dhdusjhsjdhxygfgwiwotkxndhdldjzyd gusten sumabais Dksuengshzmjsubsh!!! Actualicen rápido!!!!! *-*
ResponderEliminarJNSDKJSANDCHBASDHCZSCJHBDZHCJSHZBCHJSBCHJSBZCJHDBSDCHBSHC JSHJHSCHJZXB CHJXBZCHJBZXCHJBDZSHCJ nooooooooooooooooooooooo! No pueden dejarla ahi! POR DIOS OTRO CAPÍTULO!
ResponderEliminarAAHH No podeis dejarlo aqui!!!
ResponderEliminarSubid rapido :)
SEGUILO!
ResponderEliminarEstuve A PUNTO de revolear la notebook por los aires adsklfjdsklfjslkd lpm askljdfasldkfs
ResponderEliminarAL FIN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminar¿Porque nos dejan con la intriga? No sean tan malas y actualicen rápido. Gracias por el maratón chicas :)
ResponderEliminarAtte.: Fernanda
No tarden tanto en subir por favor! son malvadas, nos dejan la intriga en las mejores partes D: jdfskljgdfklgjdk
ResponderEliminarSube ya!
ResponderEliminarPor Diooos continueeen chicas contiueen!! Desde el movil no le puedo dar al me gusta, pero vaya si me gusta! Lo empece ayer y apenas he podido parar lo justo para dormir y estar en clase. Es increible las adoror. Un beso :)
ResponderEliminarkzlxNCñzlsfndbvlkdmbñlmsfdplbmgkfm MARATON!!!!!!!! jajajjaa lo lei en el instante en el que lo iban subiendo jajajajajaja XD ... en el celular por eso no habia comentado antes jajajajaja XD .......QUE BARBARAS!!!!!! por que lo dejaron ahi !!! jajajajajaja quieren que me de un infarto o que onda XD jjajajaa no esq encerio si me hiperemocioneeeeee POR FIN!!!! a que muchachitos que le pusieron la trampa jajajajajaa ta ven que el niño es chiflado y le dan la sonaja ! jajajajajajjajaja XD .... yo en examenes finales y ustedes poniendo este tipo de cosas jajajaja
ResponderEliminarATTE
Amy =D
hey no ........ enserio muero por el siguiente cap no sean malas heeee plis no nos dejen así tanto tiempo de agonía XD jajajajaj perdón a veces me pongo un poco dramática XD
ResponderEliminarATTE
Amy :D
con decirles que dejo de estudiar por venir aquí ..... jajajajjaa es cierto heeeeeeee
ResponderEliminarATTE
Amy ....
PD1: yaaa seeee han de decir a como bien friego XD
PD2: mlkzdsncvñndvlnadskvnlofrnvioft
PD3: deberia estar estudiando para mi gran examen de mañana XD
PD4: pero aun estoy aquí poniendo pendejada y media XD
PD5: ya empece a decir palabrotas chingado ya no lo vuelvo a hacer ......
PD6: ... ok ya me largo XD