Alex
se alisó una arruga de los vaqueros, se apartó el pelo por encima del hombro y
luego llamó a la puerta. Casi cinco años. Esos eran los años que habían pasado
desde que había visto en persona a Dougie Poynter. Lo había visto en docenas de
fotos. Habían hablado por teléfono, se habían escrito cientos de correos
electrónicos.
Habían
compartido intimidades durante años, como lo que había vivido Alex crecer sin
la influencia femenina tras la muerte de su madre, o lo duro que había sido
para él haber alcanzando de repente el estrellato. Los difíciles estudios de
Alex. La agenda apretada de Dougie. Los deseos de ella. Los sueños de él. Alex
había planeado durante meses irse a vivir con él y de esa manera averiguar si
podrían pasar juntos el resto de sus vidas.
Ahora,
se encontraba ante su puerta llena de sentimientos encontrados, sin tener muy
claro lo que le reservaba el futuro. Llevaba mucho tiempo queriendo estar con
él. Pero Danny, sus angustias y necesidades, su ansia y su rechazo, la habían
cautivado. Alex sintió un nudo en el estómago. Intentó contenerlo, esperando
volver al estado de entumecimiento en que había estado envuelta durante las
últimas cuarenta y ocho horas.
«Deja
la mente en blanco. Respira hondo. Tranquilízate. Pero, ¿sería eso suficiente
alguna vez?». Alex había esperado, días después de que abandonase aquella casa
en las afueras de Londres, que Danny la llamaría para disculparse, que le
rogaría que regresase, que le diría lo mucho que lamentaba haberla humillado.
Dios, se había pasado las horas llorando... Dougie había sido lo último en lo
que había pensado.
Pero
Danny no se había puesto en contacto con ella. Sólo había habido un silencio
infernal y absoluto. Harry sí había llamado para interesarse por ella, y había
tratado de convencerla de que regresara. Incluso había llegado a implorar. Pero
Danny no iba a rogarle que volviera. Según él, lo único que sentía por ella era
algo a nivel químico. Alex no se lo creía. Se habían acercado demasiado a nivel
afectivo.
Danny
se comportaba de esa manera para intentar protegerla de algo que Alex no
comprendía al tiempo que se protegía a sí mismo. Después de que él le hubiera
arrojado a la cara el ofrecimiento de su virginidad, anunciando que bebía los
vientos por una bailarina de striptease, había sido un verdadero infierno
descubrir que, en realidad, ella lo amaba.
Apartó
a un lado esos pensamientos y el dolor que le oprimía el pecho al oír pasos que
se acercaban a la puerta. Volvió a inspirar profundamente. El bendito entumecimiento
comenzó a invadirla de nuevo. Danny esperaba que ella siguiera adelante. Y allí
estaba Alex, ante la puerta de Dougie, decidida a llevar a cabo su plan. Aún
adoraba a Harry, pero tenía que superar lo de Danny y labrarse un porvenir.
¿Qué más podía hacer?
Se
abrió la puerta de aquella habitación de hotel. Un desconocido con una sonrisa
juvenil con un hoyuelo apareció ante ella. Pelo rubio y largo. Ojos color
avellana como los suyos. No llevaba playera y en su pecho tenía tatuada una
estrella.
-Hola,
vengo a ver a Dougie.
El
joven extendió la mano, pálida y elegante.
-Debes
de ser Alex. Yo soy Tom. Soy guitarrista, vocalista y autor de algunas
canciones.
Ella
le estrechó la mano.
-Oh,
sí. Dougie te ha mencionado en muchas ocasiones. Es un placer conocerte.
La
mirada de Tom vagó sobre ella con una sutil apreciación.
-A
ti también te ha mencionado. Decía que eras una chica muy guapa, pero veo que
se equivocaba. Te has convertido en una mujer preciosa, se va a quedar
sorprendido.
Brindándole
una sonrisa nerviosa, Alex observó la estancia. Era una suite. Estaba decorada
en tonos pastel con muy buen gusto, con una vista estupenda del gran ojo de
Londres.
-Gracias,
¿está Dougie aquí?
-Está
a punto de salir de la ducha. Me pidió que te recibiera ya que salió un poco
tarde de los ensayos y tuvo que acudir a una entrevista inesperada en la radio.
- Tom se encogió de hombros-. Gajes del oficio.
-Por
supuesto.
Alex
intentó no sentirse decepcionada ni moverse con nerviosismo. Seguramente Dougie
la habría recibido personalmente si hubiera podido. Aun así, también era cierto
que ella había estado esperando durante cinco años y que necesitaba con
urgencia un amigo. ¿Acaso no podía esperar toda esa gente diez minutos?
-Pasa
y siéntate -la invitó Tom-. ¿Te gustaría beber algo?
Señaló
el minibar medio vacío. Había desaparecido la mayor parte de los botellines de
bebidas alcohólicas. El estante de refrescos estaba casi lleno. Alex negó con
la cabeza mientras se dejaba caer sobre el sofá de color chocolate. Por un
momento, se había sentido tentada de buscar consuelo en una copa de whisky,
pero ya había seguido ese camino la semana pasada y lo único que había
conseguido con eso era una buena resaca.
-Nada,
muchas gracias.
Tom
se sentó a su lado.
-Dougie
ha hablado tanto de ti que es casi como si te conociera. Siempre presume de lo
amable y dulce que eres.
Alex
frunció el ceño. No era una santa. Sólo había que ver las cosas que había hecho
con Danny y Harry. Mirándolo retrospectivamente, no sólo había estado con ellos
para aprender para Dougie. Ni para saber si le gustaba ser compartida.
Al
percatarse de que su falta de experiencia era un problema y que la solución la
encontraría con Danny, ella había saltado -literalmente-para ir a verle. Para
satisfacer una oscura fascinación que sentía por el duro soldado desde que era
lo suficientemente mayor para comprenderla y demasiado joven para satisfacerla.
-Puede
que Dougie haya exagerado un poco.
-¿Quién?
¿Dougie? No. Cuenta las cosas tal como son. Créeme, nunca prodiga alabanzas a
alguien que no se lo merezca.
-Ya
veo. -Pero lo cierto es que no veía nada
El
Dougie que ella había conocido aquel verano especial, había sido un joven
optimista que miraba el futuro con esperanza. Pero también era cierto que en
los últimos años había parecido un poco más escéptico con las personas. Menos
confiado. Puede que fuera una consecuencia de la fama o de tener que proteger
su identidad y privacidad. Alex suponía que todas esas cosas acabarían por
afectar a cualquiera.
-Me
alegra conocer a uno de los amigos de Dougie. Sé que son íntimos amigos -le
dijo, esperando descubrir exactamente qué papel jugaba Tom en la vida de
Dougie.
-Es
probable que te dijera que hemos estado dentro de la banda desde el comienzo.
-Se inclinó hacia ella y clavó la mirada en sus ojos-. Lo compartimos todo.
«Incluyendo
a las mujeres». Así que era con él con quien Dougie hacía los trios. Los ojos
color avellana de Tom indicaron la importancia de la información sin decir
palabra. En lo que a Dougie y a él respectaba, Alex no tenía ni idea de su
acuerdo, pero ella comprendió el mensaje implícito del joven. Y por su mirada
sabía que él esperaba con ansia entrar en acción.
Era
una idea inquietante. ¿Quería Dougie que ella hiciera el amor con una persona
que apenas conocía y que ni siquiera estaba segura de si le gustaba? Hizo una
mueca. ¿Acaso ella no era diferente de las demás mujeres para Dougie? ¿Más
especial? Al menos eso era lo que siempre le había dicho.
Pero
eso no era su problema. En cambio Danny y Harry... eran otra historia. La
habían cautivado. Sí, pasar aquel tiempo con ellos le había mostrado de primera
mano lo excitante que era ser compartida. Alex tenía la certeza de que a Dougie
le gustaba la excitación y las emociones prohibidas. Y Dios sabía que, tras
aquellos días con los primos, ella lo comprendía mejor que nadie. Pero ahora,
la idea de que otra persona la tocara le resultaba nauseabunda. Cuando Tom la
examinó con aquel aire especulador Alex se apartó instintivamente y casi vomitó
la comida.
Una
parte de ella le gritaba que huyera. La parte más práctica, sin embargo, le
recordaba que no tenía futuro con Harry y Danny. Tenía que seguir adelante.
Durante años había planeado estar con Dougie. Estaba dispuesta a averiguar si
aquella relación tenía futuro. Tal vez su primer amor pudiera ayudarla a
recobrarse de ese último error.
-Sé
a qué te refieres -murmuró ella.
La
sonrisa de Tom se desvaneció, llevándose consigo la apariencia juvenil. Arqueó
una ceja.
-¿En
serio?
-Puede
que la última imagen que Dougie tenga de mí sea la de una chica inocente de
diecisiete años, pero ya no soy tan inocente, te aseguro que he crecido.
-Y
yo diría que estás más hermosa -resonó una voz desde detrás de ella.
Alex
se volvió. «¿Dougie? »
Desde
donde ella estaba, podía ver que no había cambiado mucho. Alto, con el pelo rubio largo, ojos azules y un cuerpo de infarto tal
como evidenciaban la una camiseta gris estampada y unos jeans negros. Ése era
Dougie. Ella saltó del sofá al mismo tiempo que él se movía hacia ella.
Cuando
la envolvió en aquel enorme abrazo, con sus firmes y delgados brazos, ella se
hundió contra él... igual que había hecho aquel verano que habían pasado
juntos. La cabeza de Alex ya no quedaba justo bajo su barbilla, pero la besó en
los labios con la misma ternura de siempre. Ella esperó, pero... ¿adonde había
ido aquel temblor que siempre habían provocado sus besos? La sonrisa que él le
brindó no parecía sincera.
Quizá
sólo estaba cansado. Y distraído. Dios sabía lo preocupada que había estado
ella desde que había abandonado a Danny y a Harry. Y habían pasado cinco años
desde la última vez que había visto a Dougie. Las cosas habían cambiado. La
gente cambiaba. Volverían a empezar de nuevo. Dougie y ella conectarían.
Abrigar
esperanzas de que Danny la llamara, se disculpara y que le pidiera que
regresara con ellos era una estupidez.
-¡Dios!
- Dougie dio un paso atrás, sosteniéndola a una distancia prudencial y la miró
fijamente-. Estás guapísima.
-Tú
también.
Él
hizo un gesto con la mano para descartar el cumplido.
-Es
fácil cuando tienes un estilista, un entrenador personal, un chef bla, bla,
bla. Pero siéntate. Es un placer volver a verte. -La empujó hacia el sofá y
ella se sentó a su lado-. Hace un par de semanas que no sé nada de ti, ¿qué tal
tu padre?
-Ya
conoces al coronel. Siempre está ocupado. Siempre corriendo de un lado para
otro. Anda recorriendo el mundo. Volverá a casa la semana que viene para unas
mini vacaciones. Hace más de un año que no se toma unas.
Dougie
asintió con la cabeza.
-Ese
hombre nunca para. ¿Te acuerdas de aquella semana que pasamos en el lago cuando
tuvo que protegerme durante todo el verano?
«¿Te
acuerdas de...?». Era eso lo que había hecho que Dougie y Alex se enamoraran y
hubieran comenzado a hablar sobre la posibilidad de un futuro juntos. Nada
había cambiado desde entonces. Y a la vez todo era distinto. Dougie había
acabado adoptando un estilo de vida salvaje según los periódicos
sensacionalistas. Y ahora, era Danny quien ocupaba los pensamientos de Alex.
Era
por él por lo que sentía un constante nudo de dolor en el estómago. Allí
sentada al lado de Dougie, con Alan mirándolos, una pregunta irrumpió en su
mente: ¿incluso si lograra expulsar de su corazón a Danny y a Harry, podría
encajar en la vida de Dougie?
Detalles
tales como saber que Dougie había acabado atraído por los tríos -y con qué
mujeres andaba- deberían de molestarla. Y así había sido unas semanas antes.
Pero tras haber estado con Danny y con Harry, no había pensado mucho en el
asunto.
Ciertamente,
no podía esperar que Dougie fuera célibe después de tanto tiempo sin verlo. Y
ella tenía sus propios problemas. Además, la última vez que Dougie y ella
habían hablado, él le había dicho que estaba preparado para renunciar a sus
días de fiestas.
Más
que preparado. Alex no estaba exactamente segura de qué había querido decir con
eso. ¿Se refería a los tríos? Fuera como fuese, Alex tenía que olvidarse de
Danny y Harry si quería estar con Dougie y averiguar si podían tener un futuro
juntos.
-Claro
que me acuerdo -murmuró ella-, tengo muy buenos recuerdos de esa semana.
-Sabes
que mi intención era obligar a tu padre a tomarse unas vacaciones. - Dougie
tuvo la cortesía de parecer avergonzado.
¿En
serio? Ella había pensado -había esperado-, que hubiera sido una táctica para
pasar más tiempo con ella.
Alex
le recordó con acritud:
-Lo
único que hizo fue quejarse durante toda la semana de que la cabaña era un
blanco seguro y que cualquier fanático psicópata podía dispararte con un rifle
de gran potencia desde una barquita en el lago y liquidarte en el acto.
Dougie
puso los ojos en blanco.
-Bueno,
jamás dominó con maestría el difícil arte de relajarse.
-Pues
no ha cambiado.
-¿Aún
sigues preparando los exámenes de enfermería?
Ella
negó con la cabeza.
-Ayer
acabé el último. Una vez que obtenga los resultados, tendré que decidir dónde
iré a trabajar. Tengo que considerar un par de ofertas, pero depende de si
apruebo los exámenes o no.
-Seguro
que lo harás. - Dougie frunció el ceño-. ¿Cuándo sabrás si has aprobado?
¿Pronto?
-En
seis semanas. -Alex se encogió de hombros-, hasta entonces no tendré los
resultados.
Por
un momento, atisbo en el rostro de Dougie una expresión pensativa.
-Eso
nos da algo de tiempo...
Un
duro y repentino golpe en la puerta sobresaltó a Alex. Dougie y ella se
volvieron hacia el sonido mientras Tom abría la puerta de la suite. Un hombre
mayor vestido con un abrigo informal de color camel y una almidonada camisa
blanca entró en la estancia. Cuando se acercó a la luz, Alex pudo observar que
tenía el pelo entrecano. La papada desfiguraba un poco lo que fuera el rostro
de un hombre delgado. Tenía el ceño fruncido.
-
Dougie, la prensa estará aquí en una hora. No lo olvides. -Dirigió una mirada
afilada al minibar medio vacío.
-Y,
maldita sea, ni se te ocurra aparecer borracho. Huelen esa mierda a un
kilómetro de distancia y tu reputación no es precisamente buena.
-Cal
-dijo Dougie -. Mi agente. El alma de las fiestas.
Ni
siquiera un sordo podría ignorar el tono sarcástico de Dougie.
Cal
le respondió con un tono brusco y gruñón:
-Mi
deber es mantenerte apartado de la autodestrucción. Sin mí, serías una vieja
gloria del pasado.
-Gracias
por los ánimos, papi.
Su
agente dirigió aquella penetrante mirada hacia ella.
-No
hemos sido presentados.
No
fue un saludo cálido, pero tampoco despectivo. Alex no sabía qué pensar de él,
ya que ella también era de la opinión de que Dougie tenía que controlar más la
bebida. Aunque si hubiera sido ella la que lo hubiera amonestado, lo habría
hecho con más delicadeza. Se puso en pie y le tendió la mano.
-No,
no hemos sido presentados. Soy Alex Dawson.
El
inexpresivo rostro de Cal mientras le estrechaba la mano le dijo a Alex que él
jamás había oído hablar de ella. Algo extraño. Por otra parte, Dougie había
contratado al veterano profesional hacía unos dieciocho meses y sabía que
Dougie y Cal no eran amigos; su relación era estrictamente profesional.
-Hace
años que conozco a Dougie. Somos viejos amigos.
-Y
como tenemos unos días libres, Alex y yo vamos a ponernos al día -intervino
Dougie, colocándose al lado de ella y pasándole un brazo por los hombros.
-Pues
recuerda cuáles son tus prioridades, Romeo. Ya tenemos de sobra con el nuevo
álbum y la próxima gira -dijo Cal frunciendo el ceño.
-Ya
lo sé. - Dougie empujó a Cal hacia la puerta-. Estaré abajo dentro de una hora.
Gracias por recordármelo. Ha sido un placer verte, pero adiós.
Alex
frunció el ceño.
-¿Vas
a hacer una gira?
-Primero
tenemos que terminar el trabajo en los estudios. Haremos una pequeña gira por
Inglaterra; sólo visitaremos diez ciudades -la tranquilizó, mientras seguía
empujando a Cal-. Vendrás conmigo, ¿verdad? Dijiste que pasarías, al menos,
unas semanas conmigo, ¿qué importancia tiene dónde estemos?
-Esta
joven es una distracción innecesaria -dijo Cal, deteniéndose en la puerta-. No
encaja con la imagen que hemos vendido a la prensa. Un niño malo con la voz de
un ángel. Cosas como ésa es lo que hacen vender discos. Si sale a la luz que
llevas a tu novia contigo en la gira, el álbum no se venderá.
-Si
no te esfumas en los próximos diez segundos, no daré ni una sola rueda de
prensa en las primeras tres ciudades.
Con
el ceño fruncido, Cal salió como un ciclón, cerrando la puerta de un portazo.
Dougie se apoyó contra la puerta con un gemido.
-Tiene
buenas ideas, pero es tan cuadriculado que me vuelve loco. Así que... vendrás
conmigo a la gira, ¿no?
Alex
había ajustado su agenda para poder estar con él. Pero ¿una gira? La situación
entre ellos era ahora un poco embarazosa. Y tener a Cal y a Tom estando a su
alrededor no ayudaba mucho precisamente. O... ¿quizá pensaba así porque era
incapaz de apartar a Danny de sus pensamientos?
¿Lamentaría
él haberla rechazado e insultado? ¿La estaría echando de menos? Incluso en ese
momento, Alex ardía en deseos de coger el móvil y llamar a Harry para
preguntarle por aquel militar testarudo. Pero, ¿para qué? Aunque Danny la quisiera,
jamás lo reconocería. Por alguna razón, ella le hacía sentir vulnerable y él no
podía tolerarlo.
Y
maldición, eso dolía.
Alex
se aclaró la garganta mientras intentaba ordenar las ideas.
-Antes
tendré que asegurarme de que no tengo ningún otro compromiso pendiente, pero
creo que podré ir.
-Genial.
- Dougie se encogió de hombros y la condujo de vuelta al sofá, dejándose caer
en él y colocándola a ella en su regazo.
-La
verdad es que no quiero que te vayas. Llevo mucho tiempo queriendo estar
contigo. Eres justo lo que necesito, hermosa. Sin ti a mi lado, puedo llegar a
ser un chico muy malo -dijo brindándole una sonrisa capaz de iluminar un
estadio.
Eso
era justo lo que la prensa decía de él. Con esa atractiva apariencia acompañada
de dinero y fama, Dougie había caído de lleno en el sexo, las drogas y el
rock'n'roll, en ese orden. Era extraño estar sentada en su regazo, sólo podía
preguntarse cuántas mujeres más habían estado sobre sus muslos y qué había
pasado después. De cualquier manera, estaba claro que no la excitaba como
Danny, ni la hacía sentirse cómoda como Harry.
-¿Acaso
pretendes que cambie tus malas costumbres?
Él
le cogió la mano y le acarició la palma con el pulgar.
-Eres
una influencia positiva. Mi talismán. Mi conciencia.
«¿Qué?».
La última vez que habían hablado ella no era lo suficientemente salvaje para
vivir con él ¿y ahora era su conciencia?
-No
frunzas el ceño -dijo él-. Es algo bueno.
Tom
miró el reloj.
-Ha
llegado el momento de ir a ver a James para que dé su jodida opinión sobre las
canciones del nuevo álbum.
-James
es mi productor -le aclaró Dougie a Alex-. Entretén al toro por mí, ¿vale?
Quiero estar a solas con Alex.
La
mirada de Tom se deslizó sobre ella hasta detenerse en sus pechos. De alguna
manera, se sintió tocada sin permiso. Casi violada. Sintió un escalofrío. Si
era él el tercer miembro de los trios de Dougie, y si ella iba a mantener ese
tipo de relación con él, tendría que decirle que se buscara a alguien cuya
mirada no le hiciera sentir la necesidad de vomitar.
-Claro
-dijo Tom-, necesito tomar un reconstituyente antes de irme. -Examinó el mini
bar y sacó un par de botellas de licor. Abrió uno y se lo bebió en unos
segundos- ¿Quieres?.
Dougie
miró los botellas que Tom tenía en las manos y luego a Alex. Ella echó una
ojeada discreta al reloj. Eran sólo las dos de la tarde y ¿ya andaban bebiendo
alcohol? Alex sintió la mirada de Dougie sobre ella, y cuando levantó la vista,
él le dirigió a Tom una mirada de advertencia.
-No,
aún es pronto.
-Bro,
siempre dices que en algún lugar del mundo ya han dado las cinco.
Con
un encogimiento de hombros, Dougie frunció los labios y apartó la mirada. Luego
le dirigió a una sonrisa radiante.
-¿Ves?,
es Alex. Ella tiene una influencia positiva en mi vida. ¿Te das cuenta de lo
buena que eres para mí, mi hermosa?
Dougie
le apretó la mano. Alex le devolvió el apretón casi en un acto reflejo, pero
las palabras de él resonaron en su mente. «¿Por qué soy buena para él?» ¿Cuándo
se había convertido ella en algo bueno y ventajoso?
-No
puedo esperar a conocerla mejor. -Tom le lanzó a Alex una sonrisa ardiente y se
despidió de Dougie con una palmada en el hombro, añadiendo-: reserva el trasero
para mí.
A
pesar del tono bajo de Tom, Alex no pudo evitar oírlo. Y se enfadó. Aquel
imbécil estaba dando por sentado algo para lo que ella aún no había dado su
consentimiento. Danny había sido su amante en compañía de Harry, cierto, pero
había sido imposible no adorar a Harry. Era todo encanto y sofisticación.
Un
seductor innato, dulce y excitante. Y Danny...ella había confiado en él desde
el primer momento a pesar de que podía comportarse como un auténtico bastardo y
decir las cosas más horribles y maliciosas con el único fin de apartar de su
lado a las personas que lo amaban.
-Piérdete
- Dougie le señaló a Tom la puerta con el dedo.
El
músico, con cuatro botellas en la mano y su tatuaje de estrella, abandonó la
habitación unos momentos después. Alex soltó un suspiro de alivio.
-No
le hagas caso. A veces es un idiota.
Alex
no se lo discutió.
-Me
ha dicho que lo comparten todo. Es el otro hombre de tus tríos, ¿no?
Dougie
se removió con inquietud bajo la escrutadora mirada de Alex.
-¿Cómo
es que sabes eso?
-Cuando
me dijiste que vivías de una manera poco ortodoxa que no podría soportar, leí
la prensa sensacionalista, hice algunas preguntas y encontré la respuesta.
-Ah,
nena. -La rodeó con sus brazos y depositó un beso amistoso en sus labios-. No
haría eso contigo. Esas chicas no son importantes. Tom y Cal pueden asegurarte
que todas esas cosas que ocurren en las giras son insignificantes. Y que
alguien como yo puede encontrar...aburrido. Algo tan común como cepillarse los
dientes un par de veces al día.
«¿Dos
veces al día?». ¿Con una desconocida? ¿Y le resultaba aburrido?
-No
me mires así. No lo digo por herirte. Sólo soy honesto. Pero tú... eres
importante para mí. Contigo, nunca me aburriré. He pensado mucho sobre ello, y
jamás te compartiré. Eres demasiado dulce. Demasiado buena. Y quiero que sigas
siendo así.
Eran
unos pensamientos preciosos. Pero ella no era una santa ni nada parecido. Y
¿qué pasaría si él se aburría?
Frunciendo
el ceño, Alex se deslizó en el sofá al lado de él.
-No
soy tan dulce. Y no soy totalmente inocente. Después de saber sobre tu
inclinación por compartir a las mujeres, fui a ver a alguien que también lo
hace. Ese hombre y su primo me han...estado enseñando.
Dougie
se quedó boquiabierto.
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Lo prometido es deuda! :D
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Los queremos ;)
Mrs. L. Poynter & Mrs. Y. Jones
PD: No se les olvide que si quieren que les avisemos cuando subamos capítulos dejen su user de twitter o manden un tweet a @MissLPoynter ♥
ok, Alex descubre que ama a Danny, aparece mi debilidad en la novela y Tom que quiere hacer cochinadas(? CHAN, CHAN, CHAN!
ResponderEliminarDougie let me love you :3 espero y esas lindas palabras no sean solo mentiras de Dougie y respecto a Danny..... sigue siendo un cobarde por no decirle a Alex lo que siente por ella.
ResponderEliminaratte: Fer
Ahhhhh!!! OMG!!! Alex se la comió diciéndole eso a Doug! No tarden en subir el 19 porfis!!! *-*
ResponderEliminarAlex ama a Dannyyy!!! Wiiiiiii!!! Suban pronto el 19!!! Quiero ver que Alex bote a Dougie por Danny *-* Tom mente sucia!
ResponderEliminarSube uno nuevo *-*
ResponderEliminarporfa suban mas cap, me lei los 18 capitulos en dos noches con tal de seguir leyendo yno perderme nada =P
ResponderEliminarsarpada la fic, en todo sentido jaja me encanto =P
onda que ahora no voy a ver Harry y menos a Danny d la misma manera jajaja
ResponderEliminarAntes subias más rápido T_T
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