jueves, 3 de mayo de 2012

Capítulo 18




Alex se alisó una arruga de los vaqueros, se apartó el pelo por encima del hombro y luego llamó a la puerta. Casi cinco años. Esos eran los años que habían pasado desde que había visto en persona a Dougie Poynter. Lo había visto en docenas de fotos. Habían hablado por teléfono, se habían escrito cientos de correos electrónicos.

Habían compartido intimidades durante años, como lo que había vivido Alex crecer sin la influencia femenina tras la muerte de su madre, o lo duro que había sido para él haber alcanzando de repente el estrellato. Los difíciles estudios de Alex. La agenda apretada de Dougie. Los deseos de ella. Los sueños de él. Alex había planeado durante meses irse a vivir con él y de esa manera averiguar si podrían pasar juntos el resto de sus vidas.

Ahora, se encontraba ante su puerta llena de sentimientos encontrados, sin tener muy claro lo que le reservaba el futuro. Llevaba mucho tiempo queriendo estar con él. Pero Danny, sus angustias y necesidades, su ansia y su rechazo, la habían cautivado. Alex sintió un nudo en el estómago. Intentó contenerlo, esperando volver al estado de entumecimiento en que había estado envuelta durante las últimas cuarenta y ocho horas.

«Deja la mente en blanco. Respira hondo. Tranquilízate. Pero, ¿sería eso suficiente alguna vez?». Alex había esperado, días después de que abandonase aquella casa en las afueras de Londres, que Danny la llamaría para disculparse, que le rogaría que regresase, que le diría lo mucho que lamentaba haberla humillado. Dios, se había pasado las horas llorando... Dougie había sido lo último en lo que había pensado.

Pero Danny no se había puesto en contacto con ella. Sólo había habido un silencio infernal y absoluto. Harry sí había llamado para interesarse por ella, y había tratado de convencerla de que regresara. Incluso había llegado a implorar. Pero Danny no iba a rogarle que volviera. Según él, lo único que sentía por ella era algo a nivel químico. Alex no se lo creía. Se habían acercado demasiado a nivel afectivo.

Danny se comportaba de esa manera para intentar protegerla de algo que Alex no comprendía al tiempo que se protegía a sí mismo. Después de que él le hubiera arrojado a la cara el ofrecimiento de su virginidad, anunciando que bebía los vientos por una bailarina de striptease, había sido un verdadero infierno descubrir que, en realidad, ella lo amaba.

Apartó a un lado esos pensamientos y el dolor que le oprimía el pecho al oír pasos que se acercaban a la puerta. Volvió a inspirar profundamente. El bendito entumecimiento comenzó a invadirla de nuevo. Danny esperaba que ella siguiera adelante. Y allí estaba Alex, ante la puerta de Dougie, decidida a llevar a cabo su plan. Aún adoraba a Harry, pero tenía que superar lo de Danny y labrarse un porvenir. ¿Qué más podía hacer?

Se abrió la puerta de aquella habitación de hotel. Un desconocido con una sonrisa juvenil con un hoyuelo apareció ante ella. Pelo rubio y largo. Ojos color avellana como los suyos. No llevaba playera y en su pecho tenía tatuada una estrella.

-Hola, vengo a ver a Dougie.

El joven extendió la mano, pálida y elegante.

-Debes de ser Alex. Yo soy Tom. Soy guitarrista, vocalista y autor de algunas canciones.

Ella le estrechó la mano.

-Oh, sí. Dougie te ha mencionado en muchas ocasiones. Es un placer conocerte.
La mirada de Tom vagó sobre ella con una sutil apreciación.

-A ti también te ha mencionado. Decía que eras una chica muy guapa, pero veo que se equivocaba. Te has convertido en una mujer preciosa, se va a quedar sorprendido.

Brindándole una sonrisa nerviosa, Alex observó la estancia. Era una suite. Estaba decorada en tonos pastel con muy buen gusto, con una vista estupenda del gran ojo de Londres.

-Gracias, ¿está Dougie aquí?

-Está a punto de salir de la ducha. Me pidió que te recibiera ya que salió un poco tarde de los ensayos y tuvo que acudir a una entrevista inesperada en la radio. - Tom se encogió de hombros-. Gajes del oficio.

-Por supuesto.

Alex intentó no sentirse decepcionada ni moverse con nerviosismo. Seguramente Dougie la habría recibido personalmente si hubiera podido. Aun así, también era cierto que ella había estado esperando durante cinco años y que necesitaba con urgencia un amigo. ¿Acaso no podía esperar toda esa gente diez minutos?

-Pasa y siéntate -la invitó Tom-. ¿Te gustaría beber algo?

Señaló el minibar medio vacío. Había desaparecido la mayor parte de los botellines de bebidas alcohólicas. El estante de refrescos estaba casi lleno. Alex negó con la cabeza mientras se dejaba caer sobre el sofá de color chocolate. Por un momento, se había sentido tentada de buscar consuelo en una copa de whisky, pero ya había seguido ese camino la semana pasada y lo único que había conseguido con eso era una buena resaca.

-Nada, muchas gracias.

Tom se sentó a su lado.

-Dougie ha hablado tanto de ti que es casi como si te conociera. Siempre presume de lo amable y dulce que eres.

Alex frunció el ceño. No era una santa. Sólo había que ver las cosas que había hecho con Danny y Harry. Mirándolo retrospectivamente, no sólo había estado con ellos para aprender para Dougie. Ni para saber si le gustaba ser compartida.
Al percatarse de que su falta de experiencia era un problema y que la solución la encontraría con Danny, ella había saltado -literalmente-para ir a verle. Para satisfacer una oscura fascinación que sentía por el duro soldado desde que era lo suficientemente mayor para comprenderla y demasiado joven para satisfacerla.
-Puede que Dougie haya exagerado un poco.

-¿Quién? ¿Dougie? No. Cuenta las cosas tal como son. Créeme, nunca prodiga alabanzas a alguien que no se lo merezca.

-Ya veo. -Pero lo cierto es que no veía nada

El Dougie que ella había conocido aquel verano especial, había sido un joven optimista que miraba el futuro con esperanza. Pero también era cierto que en los últimos años había parecido un poco más escéptico con las personas. Menos confiado. Puede que fuera una consecuencia de la fama o de tener que proteger su identidad y privacidad. Alex suponía que todas esas cosas acabarían por afectar a cualquiera.

-Me alegra conocer a uno de los amigos de Dougie. Sé que son íntimos amigos -le dijo, esperando descubrir exactamente qué papel jugaba Tom en la vida de Dougie.

-Es probable que te dijera que hemos estado dentro de la banda desde el comienzo. -Se inclinó hacia ella y clavó la mirada en sus ojos-. Lo compartimos todo.

«Incluyendo a las mujeres». Así que era con él con quien Dougie hacía los trios. Los ojos color avellana de Tom indicaron la importancia de la información sin decir palabra. En lo que a Dougie y a él respectaba, Alex no tenía ni idea de su acuerdo, pero ella comprendió el mensaje implícito del joven. Y por su mirada sabía que él esperaba con ansia entrar en acción.

Era una idea inquietante. ¿Quería Dougie que ella hiciera el amor con una persona que apenas conocía y que ni siquiera estaba segura de si le gustaba? Hizo una mueca. ¿Acaso ella no era diferente de las demás mujeres para Dougie? ¿Más especial? Al menos eso era lo que siempre le había dicho.

Pero eso no era su problema. En cambio Danny y Harry... eran otra historia. La habían cautivado. Sí, pasar aquel tiempo con ellos le había mostrado de primera mano lo excitante que era ser compartida. Alex tenía la certeza de que a Dougie le gustaba la excitación y las emociones prohibidas. Y Dios sabía que, tras aquellos días con los primos, ella lo comprendía mejor que nadie. Pero ahora, la idea de que otra persona la tocara le resultaba nauseabunda. Cuando Tom la examinó con aquel aire especulador Alex se apartó instintivamente y casi vomitó la comida.

Una parte de ella le gritaba que huyera. La parte más práctica, sin embargo, le recordaba que no tenía futuro con Harry y Danny. Tenía que seguir adelante. Durante años había planeado estar con Dougie. Estaba dispuesta a averiguar si aquella relación tenía futuro. Tal vez su primer amor pudiera ayudarla a recobrarse de ese último error.

-Sé a qué te refieres -murmuró ella.

La sonrisa de Tom se desvaneció, llevándose consigo la apariencia juvenil. Arqueó una ceja.

-¿En serio?

-Puede que la última imagen que Dougie tenga de mí sea la de una chica inocente de diecisiete años, pero ya no soy tan inocente, te aseguro que he crecido.

-Y yo diría que estás más hermosa -resonó una voz desde detrás de ella.

Alex se volvió. «¿Dougie? »

Desde donde ella estaba, podía ver que no había cambiado mucho. Alto, con el pelo rubio largo, ojos azules y un cuerpo de infarto tal como evidenciaban la una camiseta gris estampada y unos jeans negros. Ése era Dougie. Ella saltó del sofá al mismo tiempo que él se movía hacia ella.

Cuando la envolvió en aquel enorme abrazo, con sus firmes y delgados brazos, ella se hundió contra él... igual que había hecho aquel verano que habían pasado juntos. La cabeza de Alex ya no quedaba justo bajo su barbilla, pero la besó en los labios con la misma ternura de siempre. Ella esperó, pero... ¿adonde había ido aquel temblor que siempre habían provocado sus besos? La sonrisa que él le brindó no parecía sincera.

Quizá sólo estaba cansado. Y distraído. Dios sabía lo preocupada que había estado ella desde que había abandonado a Danny y a Harry. Y habían pasado cinco años desde la última vez que había visto a Dougie. Las cosas habían cambiado. La gente cambiaba. Volverían a empezar de nuevo. Dougie y ella conectarían.

Abrigar esperanzas de que Danny la llamara, se disculpara y que le pidiera que regresara con ellos era una estupidez.

-¡Dios! - Dougie dio un paso atrás, sosteniéndola a una distancia prudencial y la miró fijamente-. Estás guapísima.

-Tú también.

Él hizo un gesto con la mano para descartar el cumplido.

-Es fácil cuando tienes un estilista, un entrenador personal, un chef bla, bla, bla. Pero siéntate. Es un placer volver a verte. -La empujó hacia el sofá y ella se sentó a su lado-. Hace un par de semanas que no sé nada de ti, ¿qué tal tu padre?

-Ya conoces al coronel. Siempre está ocupado. Siempre corriendo de un lado para otro. Anda recorriendo el mundo. Volverá a casa la semana que viene para unas mini vacaciones. Hace más de un año que no se toma unas.

Dougie asintió con la cabeza.

-Ese hombre nunca para. ¿Te acuerdas de aquella semana que pasamos en el lago cuando tuvo que protegerme durante todo el verano?

«¿Te acuerdas de...?». Era eso lo que había hecho que Dougie y Alex se enamoraran y hubieran comenzado a hablar sobre la posibilidad de un futuro juntos. Nada había cambiado desde entonces. Y a la vez todo era distinto. Dougie había acabado adoptando un estilo de vida salvaje según los periódicos sensacionalistas. Y ahora, era Danny quien ocupaba los pensamientos de Alex.

Era por él por lo que sentía un constante nudo de dolor en el estómago. Allí sentada al lado de Dougie, con Alan mirándolos, una pregunta irrumpió en su mente: ¿incluso si lograra expulsar de su corazón a Danny y a Harry, podría encajar en la vida de Dougie?

Detalles tales como saber que Dougie había acabado atraído por los tríos -y con qué mujeres andaba- deberían de molestarla. Y así había sido unas semanas antes. Pero tras haber estado con Danny y con Harry, no había pensado mucho en el asunto.

Ciertamente, no podía esperar que Dougie fuera célibe después de tanto tiempo sin verlo. Y ella tenía sus propios problemas. Además, la última vez que Dougie y ella habían hablado, él le había dicho que estaba preparado para renunciar a sus días de fiestas.

Más que preparado. Alex no estaba exactamente segura de qué había querido decir con eso. ¿Se refería a los tríos? Fuera como fuese, Alex tenía que olvidarse de Danny y Harry si quería estar con Dougie y averiguar si podían tener un futuro juntos.

-Claro que me acuerdo -murmuró ella-, tengo muy buenos recuerdos de esa semana.

-Sabes que mi intención era obligar a tu padre a tomarse unas vacaciones. - Dougie tuvo la cortesía de parecer avergonzado.

¿En serio? Ella había pensado -había esperado-, que hubiera sido una táctica para pasar más tiempo con ella.

Alex le recordó con acritud:
-Lo único que hizo fue quejarse durante toda la semana de que la cabaña era un blanco seguro y que cualquier fanático psicópata podía dispararte con un rifle de gran potencia desde una barquita en el lago y liquidarte en el acto.

Dougie puso los ojos en blanco.

-Bueno, jamás dominó con maestría el difícil arte de relajarse.

-Pues no ha cambiado.

-¿Aún sigues preparando los exámenes de enfermería?

Ella negó con la cabeza.

-Ayer acabé el último. Una vez que obtenga los resultados, tendré que decidir dónde iré a trabajar. Tengo que considerar un par de ofertas, pero depende de si apruebo los exámenes o no.

-Seguro que lo harás. - Dougie frunció el ceño-. ¿Cuándo sabrás si has aprobado? ¿Pronto?

-En seis semanas. -Alex se encogió de hombros-, hasta entonces no tendré los resultados.

Por un momento, atisbo en el rostro de Dougie una expresión pensativa.

-Eso nos da algo de tiempo...

Un duro y repentino golpe en la puerta sobresaltó a Alex. Dougie y ella se volvieron hacia el sonido mientras Tom abría la puerta de la suite. Un hombre mayor vestido con un abrigo informal de color camel y una almidonada camisa blanca entró en la estancia. Cuando se acercó a la luz, Alex pudo observar que tenía el pelo entrecano. La papada desfiguraba un poco lo que fuera el rostro de un hombre delgado. Tenía el ceño fruncido.

- Dougie, la prensa estará aquí en una hora. No lo olvides. -Dirigió una mirada afilada al minibar medio vacío.

-Y, maldita sea, ni se te ocurra aparecer borracho. Huelen esa mierda a un kilómetro de distancia y tu reputación no es precisamente buena.

-Cal -dijo Dougie -. Mi agente. El alma de las fiestas.

Ni siquiera un sordo podría ignorar el tono sarcástico de Dougie.

Cal le respondió con un tono brusco y gruñón:

-Mi deber es mantenerte apartado de la autodestrucción. Sin mí, serías una vieja gloria del pasado.

-Gracias por los ánimos, papi.

Su agente dirigió aquella penetrante mirada hacia ella.

-No hemos sido presentados.

No fue un saludo cálido, pero tampoco despectivo. Alex no sabía qué pensar de él, ya que ella también era de la opinión de que Dougie tenía que controlar más la bebida. Aunque si hubiera sido ella la que lo hubiera amonestado, lo habría hecho con más delicadeza. Se puso en pie y le tendió la mano.

-No, no hemos sido presentados. Soy Alex Dawson.

El inexpresivo rostro de Cal mientras le estrechaba la mano le dijo a Alex que él jamás había oído hablar de ella. Algo extraño. Por otra parte, Dougie había contratado al veterano profesional hacía unos dieciocho meses y sabía que Dougie y Cal no eran amigos; su relación era estrictamente profesional.

-Hace años que conozco a Dougie. Somos viejos amigos.

-Y como tenemos unos días libres, Alex y yo vamos a ponernos al día -intervino Dougie, colocándose al lado de ella y pasándole un brazo por los hombros.

-Pues recuerda cuáles son tus prioridades, Romeo. Ya tenemos de sobra con el nuevo álbum y la próxima gira -dijo Cal frunciendo el ceño.

-Ya lo sé. - Dougie empujó a Cal hacia la puerta-. Estaré abajo dentro de una hora. Gracias por recordármelo. Ha sido un placer verte, pero adiós.

Alex frunció el ceño.

-¿Vas a hacer una gira?

-Primero tenemos que terminar el trabajo en los estudios. Haremos una pequeña gira por Inglaterra; sólo visitaremos diez ciudades -la tranquilizó, mientras seguía empujando a Cal-. Vendrás conmigo, ¿verdad? Dijiste que pasarías, al menos, unas semanas conmigo, ¿qué importancia tiene dónde estemos?

-Esta joven es una distracción innecesaria -dijo Cal, deteniéndose en la puerta-. No encaja con la imagen que hemos vendido a la prensa. Un niño malo con la voz de un ángel. Cosas como ésa es lo que hacen vender discos. Si sale a la luz que llevas a tu novia contigo en la gira, el álbum no se venderá.

-Si no te esfumas en los próximos diez segundos, no daré ni una sola rueda de prensa en las primeras tres ciudades.

Con el ceño fruncido, Cal salió como un ciclón, cerrando la puerta de un portazo. Dougie se apoyó contra la puerta con un gemido.

-Tiene buenas ideas, pero es tan cuadriculado que me vuelve loco. Así que... vendrás conmigo a la gira, ¿no?

Alex había ajustado su agenda para poder estar con él. Pero ¿una gira? La situación entre ellos era ahora un poco embarazosa. Y tener a Cal y a Tom estando a su alrededor no ayudaba mucho precisamente. O... ¿quizá pensaba así porque era incapaz de apartar a Danny de sus pensamientos?

¿Lamentaría él haberla rechazado e insultado? ¿La estaría echando de menos? Incluso en ese momento, Alex ardía en deseos de coger el móvil y llamar a Harry para preguntarle por aquel militar testarudo. Pero, ¿para qué? Aunque Danny la quisiera, jamás lo reconocería. Por alguna razón, ella le hacía sentir vulnerable y él no podía tolerarlo.

Y maldición, eso dolía.

Alex se aclaró la garganta mientras intentaba ordenar las ideas.

-Antes tendré que asegurarme de que no tengo ningún otro compromiso pendiente, pero creo que podré ir.

-Genial. - Dougie se encogió de hombros y la condujo de vuelta al sofá, dejándose caer en él y colocándola a ella en su regazo.

-La verdad es que no quiero que te vayas. Llevo mucho tiempo queriendo estar contigo. Eres justo lo que necesito, hermosa. Sin ti a mi lado, puedo llegar a ser un chico muy malo -dijo brindándole una sonrisa capaz de iluminar un estadio.

Eso era justo lo que la prensa decía de él. Con esa atractiva apariencia acompañada de dinero y fama, Dougie había caído de lleno en el sexo, las drogas y el rock'n'roll, en ese orden. Era extraño estar sentada en su regazo, sólo podía preguntarse cuántas mujeres más habían estado sobre sus muslos y qué había pasado después. De cualquier manera, estaba claro que no la excitaba como Danny, ni la hacía sentirse cómoda como Harry.

-¿Acaso pretendes que cambie tus malas costumbres?

Él le cogió la mano y le acarició la palma con el pulgar.

-Eres una influencia positiva. Mi talismán. Mi conciencia.

«¿Qué?». La última vez que habían hablado ella no era lo suficientemente salvaje para vivir con él ¿y ahora era su conciencia?

-No frunzas el ceño -dijo él-. Es algo bueno.

Tom miró el reloj.

-Ha llegado el momento de ir a ver a James para que dé su jodida opinión sobre las canciones del nuevo álbum.

-James es mi productor -le aclaró Dougie a Alex-. Entretén al toro por mí, ¿vale? Quiero estar a solas con Alex.

La mirada de Tom se deslizó sobre ella hasta detenerse en sus pechos. De alguna manera, se sintió tocada sin permiso. Casi violada. Sintió un escalofrío. Si era él el tercer miembro de los trios de Dougie, y si ella iba a mantener ese tipo de relación con él, tendría que decirle que se buscara a alguien cuya mirada no le hiciera sentir la necesidad de vomitar.

-Claro -dijo Tom-, necesito tomar un reconstituyente antes de irme. -Examinó el mini bar y sacó un par de botellas de licor. Abrió uno y se lo bebió en unos segundos- ¿Quieres?.

Dougie miró los botellas que Tom tenía en las manos y luego a Alex. Ella echó una ojeada discreta al reloj. Eran sólo las dos de la tarde y ¿ya andaban bebiendo alcohol? Alex sintió la mirada de Dougie sobre ella, y cuando levantó la vista, él le dirigió a Tom una mirada de advertencia.

-No, aún es pronto.

-Bro, siempre dices que en algún lugar del mundo ya han dado las cinco.

Con un encogimiento de hombros, Dougie frunció los labios y apartó la mirada. Luego le dirigió a una sonrisa radiante.

-¿Ves?, es Alex. Ella tiene una influencia positiva en mi vida. ¿Te das cuenta de lo buena que eres para mí, mi hermosa?

Dougie le apretó la mano. Alex le devolvió el apretón casi en un acto reflejo, pero las palabras de él resonaron en su mente. «¿Por qué soy buena para él?» ¿Cuándo se había convertido ella en algo bueno y ventajoso?

-No puedo esperar a conocerla mejor. -Tom le lanzó a Alex una sonrisa ardiente y se despidió de Dougie con una palmada en el hombro, añadiendo-: reserva el trasero para mí.

A pesar del tono bajo de Tom, Alex no pudo evitar oírlo. Y se enfadó. Aquel imbécil estaba dando por sentado algo para lo que ella aún no había dado su consentimiento. Danny había sido su amante en compañía de Harry, cierto, pero había sido imposible no adorar a Harry. Era todo encanto y sofisticación.

Un seductor innato, dulce y excitante. Y Danny...ella había confiado en él desde el primer momento a pesar de que podía comportarse como un auténtico bastardo y decir las cosas más horribles y maliciosas con el único fin de apartar de su lado a las personas que lo amaban.

-Piérdete - Dougie le señaló a Tom la puerta con el dedo.

El músico, con cuatro botellas en la mano y su tatuaje de estrella, abandonó la habitación unos momentos después. Alex soltó un suspiro de alivio.

-No le hagas caso. A veces es un idiota.

Alex no se lo discutió.

-Me ha dicho que lo comparten todo. Es el otro hombre de tus tríos, ¿no?

Dougie se removió con inquietud bajo la escrutadora mirada de Alex.

-¿Cómo es que sabes eso?

-Cuando me dijiste que vivías de una manera poco ortodoxa que no podría soportar, leí la prensa sensacionalista, hice algunas preguntas y encontré la respuesta.

-Ah, nena. -La rodeó con sus brazos y depositó un beso amistoso en sus labios-. No haría eso contigo. Esas chicas no son importantes. Tom y Cal pueden asegurarte que todas esas cosas que ocurren en las giras son insignificantes. Y que alguien como yo puede encontrar...aburrido. Algo tan común como cepillarse los dientes un par de veces al día.

«¿Dos veces al día?». ¿Con una desconocida? ¿Y le resultaba aburrido?

-No me mires así. No lo digo por herirte. Sólo soy honesto. Pero tú... eres importante para mí. Contigo, nunca me aburriré. He pensado mucho sobre ello, y jamás te compartiré. Eres demasiado dulce. Demasiado buena. Y quiero que sigas siendo así.

Eran unos pensamientos preciosos. Pero ella no era una santa ni nada parecido. Y ¿qué pasaría si él se aburría?

Frunciendo el ceño, Alex se deslizó en el sofá al lado de él.

-No soy tan dulce. Y no soy totalmente inocente. Después de saber sobre tu inclinación por compartir a las mujeres, fui a ver a alguien que también lo hace. Ese hombre y su primo me han...estado enseñando.

Dougie se quedó boquiabierto.
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Lo prometido es deuda! :D

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Los queremos ;)
Mrs. L. Poynter & Mrs. Y. Jones

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8 comentarios:

  1. ok, Alex descubre que ama a Danny, aparece mi debilidad en la novela y Tom que quiere hacer cochinadas(? CHAN, CHAN, CHAN!

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  2. Dougie let me love you :3 espero y esas lindas palabras no sean solo mentiras de Dougie y respecto a Danny..... sigue siendo un cobarde por no decirle a Alex lo que siente por ella.

    atte: Fer

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  3. Ahhhhh!!! OMG!!! Alex se la comió diciéndole eso a Doug! No tarden en subir el 19 porfis!!! *-*

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  4. Alex ama a Dannyyy!!! Wiiiiiii!!! Suban pronto el 19!!! Quiero ver que Alex bote a Dougie por Danny *-* Tom mente sucia!

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  5. porfa suban mas cap, me lei los 18 capitulos en dos noches con tal de seguir leyendo yno perderme nada =P
    sarpada la fic, en todo sentido jaja me encanto =P

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  6. onda que ahora no voy a ver Harry y menos a Danny d la misma manera jajaja

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  7. Antes subias más rápido T_T

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