
-Esto me resulta bastante embarazoso. Supongo que simplemente
debería preguntártelo. ¿Me odias?
¿Que si le odiaba?
-Supongo que te refieres a lo de tu...hum...secreto.
-Supongo que te refieres a lo de tu...hum...secreto.
-A mí
esterilidad -le ayudó Harry.
-Me cogió por sorpresa. Dije algunas cosas que no debería haber dicho. Eres mi primo. Han pasado demasiadas cosas entre nosotros para que te odie.
Aliviado, Harry alargó el brazo para estrecharle la mano. Danny lo hizo como si fuera un gesto casual, pero sabía que significaba mucho para su primo. Y, en realidad, él sentía lo mismo.
-Gracias. Por si te sirve de algo, lo siento. Jamás tuve intención de engañar ni manipular a nadie. Te quiero y lamento haber jodido las cosas.
-Disculpa aceptada. Pero no hace falta ponerse sentimental.
Harry apenas pudo reprimir una sonrisa.
-Bueno. ¿Qué vas a hacer? Intentarás recuperar a Alex, ¿no?
Danny se encogió de hombros, pero la incertidumbre le corroía las entrañas como una sierra eléctrica. Ojalá supiera la respuesta. Pero, maldita sea, ahora mismo, lo único que necesitaba era abrazarla, saber que estaba bien.
-Ya veremos. ¿Y tú? ¿Qué vas a hacer ahora?
-No lo sé.
-Sé que no es fácil para ti desear tener un hijo y ser incapaz de... En serio, eres un buen hombre, serías un padre fantástico. Lo siento por ti.
Harry soltó un largo suspiro.
-¿Sabes lo que es follar durante horas, hasta que estás cubierto de sudor y todos los músculos de tu cuerpo protestan, hasta que la mujer está al borde de la inconsciencia, sabiendo que jamás la dejarás embarazada?
Sí, podía ver adonde quería llegar Harry.
-Déjame darte un consejo, primo. Creo que deberías de olvidarte de los bebés por una temporada y llamar a Kate. Sospecho que sientes más por ella de lo que quieres admitir. Incluso aunque no consigas un niño, lo pasaras de vicio practicando.
-Me lo pensaré. Desde luego le debo una por aceptar ser compartida por nosotros.
Al fin, se abrieron las puertas del ascensor. Danny salió disparado hacia la habitación de Alex. Corría como si no estuviera seguro de que lo fueran a dejar entrar. Aquellos pasillos tan enrevesados le irritaron.
Encontró la puerta y se detuvo en el umbral.
En la cama, Alex dirigía una mirada perdida hacia la ventana, hacia el aparcamiento. Como si de repente fuera consciente de que ya no estaba sola, volvió la mirada hacia él. Hacia los dos, comprendió al ver que Harry se había detenido detrás de él.
Tenía un moratón en la mejilla y un arañazo en la barbilla. Pero lo que impactó a Danny fueron sus ojos hinchados y la nariz roja. Sin duda, había estado llorando.
-Gatita. -Danny cruzó con rapidez la estancia-. ¿Te duele algo? ¿Quieres que busque a una enfermera para que te dé algo?
Rodeándose con los brazos, Alex negó con la cabeza y lo miró con unos ojos llenos de dolor y vacío.
Sentándose en el borde de la cama, apartó los cables del suero y la atrajo contra su cuerpo.
-No pasa nada. Todo está bien. Cal está entre rejas. Nunca volverá a hacerte daño. No se lo permitiré.
-Lo sé. Gracias por rescatarme -murmuró-. Dougie ya ha llamado tres veces para disculparse.
«Oh, maldita estrellita». Era un tema que hacía que su temperamento se disparase.
-Espero que le dijeras a ese bastardo que no querías volver a verlo -gruñó Danny.
-Sólo llamó para explicar por qué intentó matarme Cal.
-¿Ese idiota te ha llamado para explicarte que su pobre agente estaba hecho polvo?
-Me dijo que Cal había perdido a otra estrella hace más de una década, cuando ésta se casó. No podía decirme nombres, pero al parecer era alguien con una prometedora carrera que prefirió casarse.
-¿Acaso ese idiota te ha pedido perdón por su agente?
-No, sólo me explicó por qué actuó así.
Danny se relajó. O por lo menos lo intentó.
-O sea que Cal iba a deshacerse de ti para que Nicholas no se distrajera y pudiera seguir vendiendo CDs mientras él seguía sacando tajada de todo eso.
-Cal se está haciendo viejo y al parecer no podía permitirse perder a la gallina de los huevos de oro. -Alex se encogió de hombros-. Aunque yo había rechazado a Dougie, se sintió preocupado por las entrevistas y estaba convencido de que si yo no desaparecía del mapa, Dougie se autodestruiría. Así que pensó que sería mejor eliminarme antes.
-Vaya locura. - Harry negó con la cabeza mientras se dirigía al otro lado de la cama y le cogía la mano-. Hola, cariño.
Alex miró a Harry y nuevas lágrimas se deslizaron por su cara. Clavó en él aquella mirada acuosa y comenzó a sollozar de nuevo.
-Eh, vamos. Cal va a pasar unos cuantos años entre rejas. Será muy viejo cuando lo suelten -intentó bromear Danny-. ¿No estarás llorando por él?
Ella negó con la cabeza.
-No es eso. Tengo que decirles algo...no estoy...no hay bebé.
Danny parpadeó aturdido. «¿No había bebé?». ¿Y qué había pasado entonces con todo aquel sexo sin protección cuando la pildora no estaba a pleno rendimiento? ¿Qué pasaba con aquellas malditas líneas azules del test de embarazo?
Harry contuvo el aliento; parecía como si le hubieran dado un puñetazo. Pero en aquel momento, Danny sabía con exactitud cómo se sentía.
-Lo siento... pensé... Jamás me había hecho una prueba de embarazo antes. Supongo que fue un falso positivo. Nunca hubo ningún bebé. Me lo dijeron los médicos esta mañana.
Más lágrimas, cálidas y saladas, resbalaron por sus mejillas. A Danny se le rompía el corazón.
-Me cogió por sorpresa. Dije algunas cosas que no debería haber dicho. Eres mi primo. Han pasado demasiadas cosas entre nosotros para que te odie.
Aliviado, Harry alargó el brazo para estrecharle la mano. Danny lo hizo como si fuera un gesto casual, pero sabía que significaba mucho para su primo. Y, en realidad, él sentía lo mismo.
-Gracias. Por si te sirve de algo, lo siento. Jamás tuve intención de engañar ni manipular a nadie. Te quiero y lamento haber jodido las cosas.
-Disculpa aceptada. Pero no hace falta ponerse sentimental.
Harry apenas pudo reprimir una sonrisa.
-Bueno. ¿Qué vas a hacer? Intentarás recuperar a Alex, ¿no?
Danny se encogió de hombros, pero la incertidumbre le corroía las entrañas como una sierra eléctrica. Ojalá supiera la respuesta. Pero, maldita sea, ahora mismo, lo único que necesitaba era abrazarla, saber que estaba bien.
-Ya veremos. ¿Y tú? ¿Qué vas a hacer ahora?
-No lo sé.
-Sé que no es fácil para ti desear tener un hijo y ser incapaz de... En serio, eres un buen hombre, serías un padre fantástico. Lo siento por ti.
Harry soltó un largo suspiro.
-¿Sabes lo que es follar durante horas, hasta que estás cubierto de sudor y todos los músculos de tu cuerpo protestan, hasta que la mujer está al borde de la inconsciencia, sabiendo que jamás la dejarás embarazada?
Sí, podía ver adonde quería llegar Harry.
-Déjame darte un consejo, primo. Creo que deberías de olvidarte de los bebés por una temporada y llamar a Kate. Sospecho que sientes más por ella de lo que quieres admitir. Incluso aunque no consigas un niño, lo pasaras de vicio practicando.
-Me lo pensaré. Desde luego le debo una por aceptar ser compartida por nosotros.
Al fin, se abrieron las puertas del ascensor. Danny salió disparado hacia la habitación de Alex. Corría como si no estuviera seguro de que lo fueran a dejar entrar. Aquellos pasillos tan enrevesados le irritaron.
Encontró la puerta y se detuvo en el umbral.
En la cama, Alex dirigía una mirada perdida hacia la ventana, hacia el aparcamiento. Como si de repente fuera consciente de que ya no estaba sola, volvió la mirada hacia él. Hacia los dos, comprendió al ver que Harry se había detenido detrás de él.
Tenía un moratón en la mejilla y un arañazo en la barbilla. Pero lo que impactó a Danny fueron sus ojos hinchados y la nariz roja. Sin duda, había estado llorando.
-Gatita. -Danny cruzó con rapidez la estancia-. ¿Te duele algo? ¿Quieres que busque a una enfermera para que te dé algo?
Rodeándose con los brazos, Alex negó con la cabeza y lo miró con unos ojos llenos de dolor y vacío.
Sentándose en el borde de la cama, apartó los cables del suero y la atrajo contra su cuerpo.
-No pasa nada. Todo está bien. Cal está entre rejas. Nunca volverá a hacerte daño. No se lo permitiré.
-Lo sé. Gracias por rescatarme -murmuró-. Dougie ya ha llamado tres veces para disculparse.
«Oh, maldita estrellita». Era un tema que hacía que su temperamento se disparase.
-Espero que le dijeras a ese bastardo que no querías volver a verlo -gruñó Danny.
-Sólo llamó para explicar por qué intentó matarme Cal.
-¿Ese idiota te ha llamado para explicarte que su pobre agente estaba hecho polvo?
-Me dijo que Cal había perdido a otra estrella hace más de una década, cuando ésta se casó. No podía decirme nombres, pero al parecer era alguien con una prometedora carrera que prefirió casarse.
-¿Acaso ese idiota te ha pedido perdón por su agente?
-No, sólo me explicó por qué actuó así.
Danny se relajó. O por lo menos lo intentó.
-O sea que Cal iba a deshacerse de ti para que Nicholas no se distrajera y pudiera seguir vendiendo CDs mientras él seguía sacando tajada de todo eso.
-Cal se está haciendo viejo y al parecer no podía permitirse perder a la gallina de los huevos de oro. -Alex se encogió de hombros-. Aunque yo había rechazado a Dougie, se sintió preocupado por las entrevistas y estaba convencido de que si yo no desaparecía del mapa, Dougie se autodestruiría. Así que pensó que sería mejor eliminarme antes.
-Vaya locura. - Harry negó con la cabeza mientras se dirigía al otro lado de la cama y le cogía la mano-. Hola, cariño.
Alex miró a Harry y nuevas lágrimas se deslizaron por su cara. Clavó en él aquella mirada acuosa y comenzó a sollozar de nuevo.
-Eh, vamos. Cal va a pasar unos cuantos años entre rejas. Será muy viejo cuando lo suelten -intentó bromear Danny-. ¿No estarás llorando por él?
Ella negó con la cabeza.
-No es eso. Tengo que decirles algo...no estoy...no hay bebé.
Danny parpadeó aturdido. «¿No había bebé?». ¿Y qué había pasado entonces con todo aquel sexo sin protección cuando la pildora no estaba a pleno rendimiento? ¿Qué pasaba con aquellas malditas líneas azules del test de embarazo?
Harry contuvo el aliento; parecía como si le hubieran dado un puñetazo. Pero en aquel momento, Danny sabía con exactitud cómo se sentía.
-Lo siento... pensé... Jamás me había hecho una prueba de embarazo antes. Supongo que fue un falso positivo. Nunca hubo ningún bebé. Me lo dijeron los médicos esta mañana.
Más lágrimas, cálidas y saladas, resbalaron por sus mejillas. A Danny se le rompía el corazón.
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Con amor:
Mrs. L. Poynter & Mrs. Y. Jones
Me encanta :)
ResponderEliminarsigue subiendo
mi twitter es @alba_315
Por favooooooor, suban el que sigueee
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