martes, 4 de septiembre de 2012

Capítulo 45



Un Danny con resaca se sirvió una taza de café cuando Harry irrumpió en la cocina.

-¿Dónde está Alex?

Danny tomó un sorbo de su taza, ingiriendo el amargo brebaje.

-Se ha ido. Se fue en tu coche.

-¡Maldita sea! Dijo que se iba a ir, pero pensé que por lo menos se despediría.

-¿Dime por qué se ha ido? ¿Y por qué pasó la noche en mi cama en vez de en la tuya?

Harry le dirigió una mirada incrédula.

-Eres un auténtico bastardo. ¿Crees que debería haber pasado la noche al lado o dentro de la mujer que amas?

«Oh Dios, no». Se había visto dividido entre la parte racional de él -que sabía que Alex estaría mucho mejor con Harry - y la bestia emocional que llevaba dentro, y que mataría a cualquier otro hombre que le pusiera un dedo encima.

-Eso te lo dejo a ti -le respondió con una sonrisa cínica.

-No te molestes. Alex no se va a casar conmigo.

Danny se sorprendió. Era obvio que Harry se había declarado. Y el dolor por no poder ejercer como padre del bebé se reflejaba en su cara:

Todo aquello era un jodido lío. Pero Danny no era capaz de decirle a Harry que lamentaba que Alex lo hubiera rechazado. Sin embargo, estaba sorprendido. Alex parecía demasiado práctica para no aceptar a un hombre como Harry y criar al bebé ella sola. Dios sabía que él no sería de mucha ayuda.

-Te ama a ti, viejo. Antes prefiere estar sola que con otro hombre -le dijo Harry.

¿De qué estaba hablando? Danny negó con la cabeza.

-Así que ¿qué piensas hacer?

Danny parpadeó y miró a su primo como si hubiera perdido el juicio.

-¿Hacer? Creo que ya he hecho demasiado, y nada bueno ha salido de ello. De seguir así, las cosas pasarán de estar jodidas a estar totalmente jodidas.

Harry dejó a un lado su taza de café y levantó a Danny bruscamente de su silla.

-¿Qué coño haces? -le preguntó Danny.

-Contenerme para no mandarte al infierno a golpes.

-Ven, adelante -le provocó Danny, listo para la lucha. Para cualquier cosa que le distrajera de aquella mierda.

-¿Y darte la satisfacción? No. Voy a meter algo de cordura en tu cabezota. No pienso permitir que dejes a Alex sola con un bebé en camino cuando podrías...

-¿Podría qué? ¿Amarla? No sin ti o algún otro típo delante. Conozco mis limitaciones, y ella se merece más de lo que yo puedo darle. Recuperará la cordura y aceptará tu propuesta.
-Será mejor que reces para que no lo haga, porque si lo hace me la llevaré volando al juez de paz más cercano. -Frunció el ceño-. Así que si no quieres que eso ocurra, intenta arreglar las cosas.

En ese momento, Danny se preguntó si Harry se dedicaría a perseguir a Alex hasta que ella se cansara y cediera. Lo conocía bastante bien y sabía que podía ser muy insistente.

-¿Qué demonios quieres decir?

Harry lo agarró por la camisa.

-Que lo superes. ¿Estoy siendo lo suficientemente claro?

-¿Qué lo supere? -Danny se soltó de un tirón-. ¿Quieres que me olvide de que provoqué la muerte de una chica de dieciséis años? Eres un maldito cabrón. ¿Acaso crees que puedo desterrar la culpa de mi mente como por arte de magia y hacer que todo vuelva a la normalidad? Y de paso ¿por qué no montamos una jodida fiesta para celebrarlo?

-Han pasado doce años...

-Y durante todo ese tiempo, Heather ha estado muerta, por mi culpa.

-¡Maldición! Deja de decir eso. No es cierto -gruñó Harry -. No voy a conseguir a Alex, pero tú sí puedes hacerlo. Ella te ama. Puede curarte. Sólo tienes que aceptar la verdad sobre Heather y las circunstancias que rodearon su muerte.

-Conozco la maldita verdad-dijo Danny apretando los dientes.

-Conoces aquella locura que su familia fomentó. Y que tú aceptaste por completo. Pero piénsalo bien. Piensa en cómo era ella en realidad. Era un desastre. Haberse quedado embarazada sólo era uno de sus problemas.

Danny se encogió de hombros.

-Por supuesto que tenía más problemas. ¿Quién no los tiene? Pero haberse quedado embarazada era el mayor de todos.

-Claro. ¿Y qué pasa con las drogas que tomaba? ¿O con que sus padres se estuvieran divorciando? ¿Acaso no le iba mal el instituto? Dos días antes de tomárselas pastillas, había suspendido el examen de conducir, ¿cierto?

-No era una drogadicta. Sus padres al final no se separaron. Podría haber recuperado en el instituto, y repetido el examen de conducir.

-Y también podría haber interrumpido el embarazo. No es que no se lo hubiera dicho a sus padres. Incluso se ofrecieron a pagar el aborto. No se mató porque no quisiera que sus padres supieran que había mantenido relaciones sexuales contigo. Y tampoco lo hizo porque no tuviera otra elección.

-Tú no conocías a Heather.

-Claro que sí -gritó Harry-. Esa chica deseaba que le prestaran atención. Lamento que se haya muerto. Es una auténtica tragedia. Pero no quiso enfrentarse a la vida. Estaba resuelta a castigar a todos por no amarla como ella quería ser amada. Su hermana se portó fatal con ella. Su padre jamás tuvo tiempo para ella. Su madre tomaba tantos antidepresivos que ni siquiera sabía pronunciar su nombre. Si buscas en el diccionario el significado de familia disfuncional, verás la imagen de todos ellos debajo.

-Sí -suspiró Danny-. Pero fue quedarse embarazada lo que la llevó al límite.

-O no. Eso es sólo una suposición tuya. Ella descubrió que estaba embarazada mucho antes de enterarse de que sus padres pensaban divorciarse, mucho antes de conocer el resultado de las notas en el instituto o de que había suspendido el examen de conducir. Cualquiera de esas cosas, o ninguna, puede ser la razón por la que se suicidara. Era una chica volátil e insegura. No puedes seguir siendo un mártir. Tú no la obligaste a tomarse el bote de pastillas.

Eso era cierto. Si él hubiera estado allí, la habría detenido. Como fuera. Pero según habían dicho todos, ella había estado muy perturbada por el embarazo y había decidido acabar con todo.

-Tus únicos errores fueron usar un condón roto y la manera en que te comportaste después de que Heather te diera la noticia. Aunque si lo comparamos a tu comportamiento con Alex, tampoco fue tan grave. Ni mucho menos.

Danny se quedó paralizado.

-¿Qué estás diciendo?

-Has reaccionado con miedo y furia. La has rechazado. Ésa no es la manera en que una mujer quiere que se comporte un hombre cuando le dice que va a tener un hijo suyo. Si estás preocupado por Alex, dejársela a otro hombre o permitir que se enfrente sola a todo esto no es la mejor manera de asegurarte su salud emocional.

Visto de esa manera... «¡Maldita sea!». Las palabras de Harry estaban cargadas de verdad.

-La pregunta aquí -continuó Harry - es si vas a alejar de ti a la mujer que amas y a tu hijo por una muerte, de la que no fuiste responsable, acaecida hace más de una década.

Dios, Harry lo hacía parecer todo muy sencillo, como si él sólo hubiera sido una diminuta parte de la enrevesada vida de Heather y no la principal. Danny se sentó ante la mesa de nuevo, cogió el café y clavó la mirada en el oscuro líquido que se agitaba en la taza. ¿Sería tan sencillo?

Habían pasado muchos años. ¿Quién podía saberlo? Él no desde luego, él había intentado no pensar demasiado en ello.

Danny jamás había visto la carta de despedida, simplemente había creído lo que había oído. La madre de Heather era la clase de mujer que habría echado la culpa a otra persona con tal de no tener que sentir remordimientos al mirarse al espejo. La gemela de Heather, Haley, había sido igual que su madre. Puede que lo que Harry decía fuera cierto.

Desde luego las últimas doce horas habían probado lo diferente que era Alex de Heather. Tras descubrir que estaba embarazada y ver lo mal que él había recibido la noticia, Heather se había ido de juerga toda la noche, se había emborrachado y acostado con su mejor amigo... algo de lo que se aseguró que él supiera sólo para castigarlo. Alex había rechazado la propuesta de matrimonio de Harry, había llorado hasta quedarse dormida en su cama, y luego, en silencio, había hecho la maleta y se había ido. Alex se había comportado de una manera mucho más racional y práctica. Sencillamente, había continuado con su vida y no se había recreado en su desgracia.

Pero saberlo no solucionaba el problema. Incluso aunque pudiera deshacerse de la sensación de culpa, no volvería a ser normal de la noche a la mañana. ¿Y si no pudiera hacer el amor con Alex, solos los dos, como un hombre normal?

No obstante, le debía una aclaración. Asegurarle que sería un padre y un amigo, y que la ayudaría económicamente si así lo necesitaba. Con el tiempo, Alex conocería a un buen hombre. Danny hizo una mueca ante ese pensamiento, pero lo ignoró. Ya lo afrontaría en su momento. Hasta entonces, lo más probable era que Danny siguiera pensando que ella era suya. Deseaba ser el hombre que la mereciera.

-¿Por qué intentas arreglar las cosas entre Alex y yo? -le preguntó Danny a su hermano- Para seguir manipulándonos? ¿Para poder mantenerte cerca de ese bebé? .

Harry cerró los ojos.

-Me lo merezco. He intentado influenciaros a ambos para obtener lo que quiero. Pensé que lo que hacía era lo mejor para todos, y no sólo para mí. Pero ahora sólo intento hacerte ver lo que es mejor para ti. Como dijiste hace unos días, somos mas que hermanos. Deberías ser feliz. Te lo mereces después de toda esta jodida mierda.


Danny tragó saliva. Era probablemente la cosa más agradable que Harry le había dicho en ese momento. Quería creerlo. Y casi lo hizo...

-Gracias.
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Capítulo 2 de 4

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